
El día de ayer más de dos mil transportistas se movilizaron hacia la Municipalidad del Cusco para dialogar con el alcalde Luis Flores García y exigirle la respuesta a un pliego de reclamos que le fue entregada la semana anterior.
De manera particular, debo informar que los manifestantes han hecho notar su postura radical deteniendo mucho de los autos que venían circulando en la ciudad, o amenazando con la rotura de sus vidrios. Quien les habla casi es víctima del ataque de una turba cuando me venía movilizando en un taxi a mi centro laboral. Felizmente, la sangre no llego al río.
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