SOBRE LA CREACIÓN DE UNIDADES DE CONFLICTOS SOCIALES

Podría ser que el reciente anuncio del Ministro del Interior sobre la creación de la Unidad de Conflictos Sociales para su cartera pueda ser tomada como una muy buena noticia. Es de consenso general la necesidad de contar con espacios en los que el Estado pueda dialogar con aquellas comunidades con las que existen demandas o reclamos latentes para evitar posteriores desenlaces funestos como lo acontecido en Bagua. Sin embargo, no puede dejar de invadirnos la duda sobre la real utilidad de este espacio.

A decir de Salazar, esta Unidad deberá estar conformado por "profesionales de alta categoría”, que “miren los problemas en su totalidad y no de un solo lado”. Para ello "se formarán equipos de casos para ver cada problema y encuentren una solución a las demandas". Sin duda, esta propuesta se encuentra inserta - como lo señala Alvarez Rodrich en su artículo de hoy - en la necesidad de cambiar el perfil del Premier y que este pase de ser un "apagaincendios" a un "Coodinador". De esta manera, cada Ministro tendrá la responsabilidad de atender a los conflictos de su sector.

La pregunta es: ¿Existe una real disposición para analizar los posibles conflictos más allá de la postura de "la intervención externa"? ¿Existe una preparación técnica en cada Ministerio para identificar las necesidades presentes en las demandas? ¿Existe voluntad real para resolver los conflictos más allá de la "mano dura"?

A decir de la Unidad de Conflictos Sociales de la Defensoría del Pueblo (Rolando Luque, "Los conflictos sociales y políticos en el Perú") existen algunas características a tomar en cuenta al analizar los conflictos sociales:

a) Todo conflicto es una forma de relacionamiento con el poder, que en este caso expresa una fractura entre sectores rurales históricamente postergados que desean expresar sus demandas a un Estado que sigue sin reconocerlos como "Ciudadanos de primera clase".

b) En el conflicto una de las partes busca pasar de un estado de humillación a uno de reconocimiento: Será posible que el Estado pueda RECONOCER las demandas de estos sectores como legítimas si los sigue denominando como "Ciudadanos de tercera categoría", "Perros del hortelano", "Viejos dirigentes faltos de estudios" y considera que son dominados por "gobernantes extranjeros".

c)Los conflictos, más que solucionarse se transforman: En donde se debe caminar más que a soluciones que puedan ser planteadas por un único sector, a transformaciones en las que cada una de las partes intervinientes en el conflicto pueda asumir la responsabilidad de manejar los mismos sin dañar a los demás.

Desde esta perspectiva, y tomando en cuenta las posturas y miradas existentes en el gobierno sobre los conflictos creo que lo que se podrá responder desde el Estado a los mismos es poco o casi nada. Es necesario un cambio real de paradigmas y lecturas que parecería que en este momento es imposible. A no ser que los milagros realmente existan.

Para tomar nota les paso el dato de los conflictos sociales a Junio del 2009 (Fuente: Defensoría del Pueblo):

• 273 conflictos sociales se registran en el país al 30 de junio del 2009.

• 226 se encuentran activos (83%) y 47 en estado latente (17%).

• 128 casos corresponden a conflictos socioambientales (47%), 41 a conflictos por asuntos de gobierno local (15%) y 32 a conflictos laborales (12%). Le siguen conflictos por asuntos de gobierno nacional (9%), comunales (6%), por demarcación territorial (5%), asuntos de gobierno regional (3%) y electorales (2%).

• 14 nuevos conflictos aparecieron en este mes y 2 casos se reactivaron.

• 2 casos fueron resueltos y 102 se encuentran en proceso de diálogo (37% del total).

• 28 acciones de protesta se registraron (sin escalar a conflicto) y 2 acciones subversivas.

• 23 conflictos sociales hay en Lima, la región con mayor número de ellos.

• Le siguen Puno y Junín (21 casos), Cajamarca (20 casos) y Cusco (17 casos).

• Entre 12 y 15 nuevos conflictos aparecen mensualmente en el país. Hay una tendencia ascendente en la conflictividad social.

•7 casos latentes salieron del registro este mes porque en todo el último año no hubo hechos relevantes que hicieran mantener el monitoreo.

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